martes, 11 de noviembre de 2014

Homo habilis



Homo es un género de primates homínidos pertenecientes a la tribu de los homininis. El ser humano, junto a sus antepasados más cercanos, forman parte de este género que surgió hace aproximadamente 2,4 millones de años.

El Homo habilis es una de las especies más antiguas y se cree que es el primer representante del género Homo. Vivió en la región africana entre 1,9 y 1,6 millones de años atrás, en la época del Preistoceno (era Cenozoica). El descubrimiento de sus fósiles tuvo lugar entre 1959 y 1964, en las gargantas de Olduvai, en Tanzania por el matrimonio británico Louis y Mary Leakey. Por entonces fue declarada como la especie más antigua del género Homo, aunque más adelante fue desplazada por el Homo rudolfensis. El calificativo de habilis (“habilidoso”) hace referencia al hecho de que estos humanos son los primeros talladores que tenían la  capacidad técnica para fabricar utensilios. Fabricaron las primeras herramientas de piedra formadas por cantos rodados y piedras talladas toscamente por una cara (choppers) o por dos (chopping tools). 


Principales características del Homo Habilis

Las principales características físicas e intelectuales que se manifiestan en el homo habilis son las siguientes:
·         Poseen un cráneo más redondeado que sus antecesores.
·         Tienen unos incisivos espadiformes.
·         Molares grandes y con esmalte grueso.
·         Presentan una ausencia de diastema.
·         Tiene el hueco occipital ubicado más hacia el centro.
·         Rostro menos prognato que los australopithecus.
·         Incisivos más grandes que los australopithecus
·         Con una cara corta y con dedos curvos de pies y manos: lo que indicaba que aún utilizaban los árboles.
·         La posición bípeda en las hembras provoca una reducción de la pelvis que tiene como consecuencia un adelanto de los partos (lo cual implica prematuración del feto, un mayor tiempo dedicado a la crianza y así la necesidad de mantener vínculos sociales fuertes que potencialmente colaboran al desarrollo de una cultura).
·         Mayor capacidad craneal 650 cm³.

Diferencias con los australopithecus

Un aumento del tamaño del cerebro respecto al  Australopithecus fue uno de los principales aspectos a considerar para determinar que el Homo habilis era una especie diferente. Para algunos expertos, sin embargo, podría considerarse tanto al Homo habilis como al Homo rudolfensis como una especie del Australopithecus.
Analizando algunos de los restos óseos recuperados se puede reconocer que se trata de una especie con un aspecto mucho más humano que el encontrado en los australopithecus. La cabeza del fémur es más grande, corta y redondeada. También la pelvis tiene un aspecto más moderno. Su altura era similar a la del Australopithecus africanus, de unos 1,3 m y un peso promedio de 52 kg para los machos y 32 kg para las mujeres.
Finalmente, el cráneo más grande y redondeado, los molares con esmalte grueso, los incisivos espadiformes, un hueco occipital situado más al centro y una reducción de la pelvis (debido a la posición bípeda de las hembras) fueron otras características tomadas en cuenta para determinar que los fósiles hallados en África pertenecía a una nueva especie. De esta manera, el Homo habilis hoy en día es reconocido como otra de las especies extintas del género Homo.


Descubrimiento del Homo Habilis

La lucha del ser humano por comprender sus orígenes una aventura que ha emprendido hace mucho tiempo y que, probablemente nunca dé por concluida. Hablando específicamente del Homo habilis, las excavaciones a cargo de Louis y Mary Leakey comenzaron en Olduvai en el año 1931, más de tres décadas antes de su hallazgo, y acarrearon un gran número de complicaciones, entre las cuales se encontraban los encuentros con animales salvajes.
De hecho, antes de encontrar los primeros restos del Homo habilis, la pareja Leakey dio con una nueva especie, a la cual denominó Zinjanthropus boisei, aunque posteriormente pasó a llamarse Paranthropus boisei. Se trata de una especie de homínido de África Oriental que poseía un poderoso aparato masticador, indispensable para su dieta, la cual se centraba en vegetales duros, raíces y semillas.
Además del duro trabajo que los Leakey debieron llevar a cabo durante toda su vida, también debieron enfrentar las dificultades propias de intentar convencer al resto del mundo de que sus hallazgos se trataban de muestras auténticas de especies hasta el momento desconocidas. Cuando presentaron los fósiles del Homo habilis, por ejemplo, muchos investigadores aseguraron que se asemejaban demasiado a los del Australopithecus africanus; más tarde, por otro lado, nuevos restos provenientes de Etiopía apoyaron la existencia del habilis como una especie distinta.
Bernard Wood, un geólogo británico de renombre, asegura que el Homo habilis no puede pertenecer ni a la familia de los humanos ni a la de los australopitecinos, dadas sus características, por lo cual se hizo necesario asignarle su propio género. Agrega que el debate acerca de nuestros orígenes aún continúa vivo y con muchas incertidumbres; según el investigador, el popular gráfico que muestra una evolución lineal de nuestros antepasados hasta llegar a nosotros está lejos de ser válido.
Si bien es probable que nuestros ancestros hayan evolucionado en África, esto no significa que nuestra especie haya nacido en el mismo sitio, sino que podría haber surgido en muchos otros puntos del planeta y esto sólo se sabrá cuando se encuentren nuevos fósiles. Wood señala que lo más importante es entender que aún falta mucho por descubrir y no asumir lo conocido como la verdad absoluta.

BIBLIOGRAFÍA:
www.portalplanetasedna.com
es.wikipedia.org
archaeologyinfo.com
cmc-homohabilis.blogspot.com

PUBLICADO POR: NACHO RAMOS BRAVO 

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